¡No son los gobiernos ni las ayudas!
El mercado está ganando consciencia sobre la importancia y las ventajas de la electrificación de los vehículos. En el primer trimestre de 2021 en Europa, las ventas de vehículos eléctricos han representado un 16% de la cuota total de 2021. Para el año 2020 y 2019 se obtuvo para este mismo trimestre un 9,7%; y un 3,4% respectivamente. El motivo de esto es evidente: el mercado demanda una transición eléctrica.
Desde inicios de 2020, la gran mayoría de fabricantes de automóviles están anunciando sus planes de transición hacia una industria de producción eléctrica. Volkswagen, Mercedes, BMW, Audi, Skoda, Hyundai, Peugeot, Renault… todos estos fabricantes de gran prestigio están sacando a la luz sus primeros vehículos 100% eléctricos y compartiendo sus planes de electrificación masiva para 2025-2030. ¿Y a qué se debe esta prisa por la transición al mundo eléctrico? La normativa Euro 7 definida por la Unión Europea fija como fecha límite el año 2025 para permitir la venta de vehículos de combustión exclusivamente térmica. Y fija para 2030 fechas de reducción de contaminación por CO2. Factores significativos para forzar a las empresas a trabajar en una transición al mundo eléctrico. Sin embargo, el motivo principal viene marcado por los usuarios.
Actualmente, la gran mayoría de la población es conocedora de las inmensas ventajas que ofrece un vehículo eléctrico frente a uno de combustión. Entre ellas destacan ahorro, reducción de contaminación, reducción de gastos en reparaciones y mantenimiento del vehículo, aumento de la eficiencia energética en conducción… Todo esto está llevando a la población a buscar las mejores ofertas y oportunidades para poder pasar definitivamente al transporte eléctrico.
El precio de las baterías: factor clave en los vehículos eléctricos
Actualmente, es evidente que la marca referencia en esta industria es Tesla puesto que está ofreciendo las soluciones más innovadoras y de grandes prestaciones. Paralelamente, el precio de las baterías está actualmente en 137 $/kWh, lo cual significa una reducción masiva comparada con los 1100 $/kWh de 2010.
La suma de estos factores ha dado lugar a vehículos eléctricos de éxito masivo como es el caso del Tesla Model 3, siendo un éxito en ventas anualmente en Europa, China y América. Los fabricantes de vehículos se están dando cuenta de esto y no tienen más remedio que acelerar lo antes posible hacia una electrificación de sus vehículos. Los usuarios quieren vehículos eléctricos y estos se están pudiendo producir a un precio cada vez más reducido. Por tanto, si un fabricante no realiza esta transición, está condenado a dejar de vender.
Todo esto resulta en una retroalimentación para acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica. El objetivo principal es abaratar los costes de las baterías de los vehículos para que así los usuarios medios puedan tener acceso a estos. El hito de los 100 $/kWh está cada vez más cerca y se considera como la fecha límite a partir de la cual la rentabilidad del vehículo eléctrico superará a los de combustión. El hecho de que los usuarios quieran vehículos eléctricos hace que los fabricantes inviertan en estos y centren sus planes de fabricación. Esto aumenta la competencia del sector y acelera la mejora y reducción de las baterías. Todo esto da lugar a que en los próximos 2-3 años, el mercado eléctrico abarate sus precios y la masificación hacia la movilidad eléctrica sea un hecho.
Los verdaderos impulsores de los vehículos eléctricos no son ni las ayudas ni los gobiernos, sino los propios usuarios que generan una demanda cada vez más grande de vehículos eléctricos.
Ignacio Rivilla Garcia – 02/07/2021